Primero preparamos la compota:
Pelar manzanas de diferentes colores, golden, fuji,.., descorazonamos y cortamos a trozos. Las colocamos en un cazo con un poco de agua, un tronco de canela y la piel de medio limón.
Dejamos cocer hasta que la manzana se ablande, no hace falta que se deshaga, sobretodo remueve de vez en cuando para que no se peque al fondo.
Una vez fría el resultado final a gusto de cada uno, puedes triturar o dejarla a trozos dependiendo del uso que le vayas a dar.
Para el desayuno, ponemos en un bol un poco de compota, la acompañamos con dos o tres nueces peladas y frutos rojos variados, por ejemplo arándanos y frambuesas. Espolvorea con semillas y acompaña de un té verde.